Descripción de P.F. y Metodología

«Ponte Flamenca» parte de una vivencia propia en el flamenco y en el crecimiento personal. Es una experiencia y proceso realizado desde la perspectiva de género para aumentar la autoestima, empoderarse y experimentar el Flamenco como una herramienta de cambio personal y de transformación social, que puede ser realizado con diversos colectivos y grupos de personas.

El punto de partida del proyecto es el Flamenco, y la particular forma que tenemos de entenderlo y vivirlo, como un arte y una forma de expresión cultural propia de nuestra tierra. El pueblo andaluz ha sido cuna y cuidador de esta particular forma de expresar sentimientos a través de la música, de contar su historia y de exigir derechos.
Además de lo anterior, consideramos que el Flamenco es un Arte y como tal, puede emplearse como herramienta para el cambio. Un Arte donde resaltamos nuestros sentimientos de forma clara, con nuestra voz, nuestro cuerpo, nuestros quejíos… Y eso es lo que exploramos en los talleres.

Nos exploramos en los sentidos y en los sentimientos. Nos re-pensamos, reflexionamos sobre nuestra manera de estar y expresar-nos. Aumentamos la percepción, sobre los hechos que acontecen en nosotros/as y en el mundo, acallamos la mente y despertamos las sensaciones.
Expresarnos desde la emoción nos permite rescatar nuestra esencia y el ser que está en nuestra memoria corporal y emocional.

El proyecto plantea trabajar varios aspectos de la persona, a través de la vivencia (que no aprendizaje), del flamenco, de cara a alcanzar un mayor estado de relajación, autoestima, expresión corporal y situación emocional en general, gracias a la diversidad y riqueza del Flamenco que es cante, baile, ritmo, melodía, sentimiento, poesía, crecimiento, evolución, re-volución, expresión, comunicación…

TEORIAS APLICADAS:
Nuestro punto de partida es el Flamenco y su análisis desde la Antropología Social y Cultural, de la mano de autores como Isidoro Moreno o Cristina Cruces. La Antropología nos ofrece una mirada específica desde la empatía, libre de prejuicio y abierta al conocimiento de la persona, su producción y aportación cultural.

La perspectiva de género y la perspectiva intercultural, son las ópticas que fundamentan el trabajo del taller.
Entendido el concepto de género como la construcción social y cultural del sexo. El género y en consecuencia, las relaciones de género son «construcciones sociales» que varían de unas sociedades y de unos tiempos a otros, y por lo tanto, como tales, susceptibles de modificación, de reinterpretación y de reconstrucción. Sin embargo, a pesar de que la socialización de género no es igual en todas partes y ser mujer u hombre no significa lo mismo en todas las culturas, sí hay algunas realidades que parecen ser universales, cómo el hecho de vivir en sociedades patriarcales. No obstante, esta afirmación no debe ocultar la realidad de la diferencia entre las mismas. Además de la categoría género tenemos en cuenta otras, como la etnia, la clase social, la orientación sexual, etc…

La incorporación de la perspectiva intercultural hace referencia a la necesidad de incorporar la diversidad cultural y el respeto a la diferencia como un valor de enriquecimiento en la comunicación e interacción entre personas y grupos. La perspectiva intercultural es, una nueva forma de entender la sociedad contemporánea. La gestión de la diversidad cultural permite reformular el concepto de sociedad democrática, en la que la convivencia entre la mayoría y las minorías étnicas se establece sobre bases de igualdad de derechos y deberes de todas las personas.
El trabajo desarrollado en este taller está guiado, en todo momento, por un deseo de promover el intercambio y la comunicación intercultural.

Finalmente señalar que se mantiene un enfoque biopsicosocial en el que se entiende que la salud de las personas está condicionada por factores biológicos, psíquicos y por las circunstancias vividas en un contexto sociocultural, político y económico determinado. Y para ello, dentro de este enfoque se parte del modelo de promoción de la salud entendido como un recurso para la vida diaria, no el objetivo de la vida. Se trata de un concepto positivo que acentúa los recursos sociales y personales, así como las aptitudes físicas y psíquicas de las personas.

El proyecto “Ponte flamenca” ha generado una forma metodológica que desarrolla talleres vivenciales-experienciales que aúnan tres componentes básicos, la perspectiva de género e intercultural, y un enfoque socio-afectivo.

Consideramos que la intervención más idónea parte del taller experiencial-vivencial pues permite la reflexión, la adquisición de habilidades, y el espacio para darnos cuenta de nuestros deseos vitales, de las dificultades, y las oportunidades para poderlos llevar a término, en tanto sujetos de deseo, y en cuanto a miembros de un colectivo.

El taller-vivencial se diseña con herramientas a partir de las cuales las personas pueden experimentar, reflexionar y vivir la experiencia. Herramientas facilitadas por la Gestalt, la expresión corporal, el teatro imagen y el Arteterapia, entre otras.
Cada taller, pretende que las personas experimenten el Flamenco sin prejuicios ni miedos, sino más bien como una forma de expresión, desmitificando la dificultad que entraña el sentirse y vivir desde la mirada flamenca. Se experimenta otro lenguaje del flamenco, el lado más humano y de empoderamiento que tiene este arte.

“Sorprende mucho la propuesta de dinámicas y la forma de experimentar y vivir el flamenco”. (Asistente a un taller Ponte Flamenca, 2013)